El edificio se ubica en un emplazamiento extraño, en el centro de un patio de manzana del 22@ sin acceso directo desde la calle.
La incomodidad del volumen marcado por el planeamiento, con una parte de 11 alturas y otra de 6, se matiza con una estrategia de aplastamiento estratégico de las esquinas de la pieza que la relaciona con las alturas de los edificios que la rodean. La propuesta se materializa en un ladrillo de color oscuro que evoca las antiguas fábricas del lugar y que contrasta con el entorno tecnológico que rodea al edificio, con una imagen industrial de ventanas horizontales que dotan a las viviendas de un lujo de luz y vistas excepcionales para pisos de tan poca superficie. En planta baja, la pieza se perfora todo lo posible para conectar los dos lados del jardín y da acceso a dos vestíbulos que se diseñan con cuidado especial, igual que el resto de los espacios colectivos, para dotar de una cierta dignidad a las viviendas.
Colaboradores: Victoria Llinares (construction design), Alba Azuara (building site), Eva Damià, Mireia Monràs, Alberto Hueso, Maria Azkarate, Andreu Egido, Rafael Berengena, Mariona Guàrdia, Anna Badia.
Contratista: Scrinser S.A., Primur SAU