Los entornos del Mercado del Born tienen un carácter monumental relacionado con la presencia del edificio.
Los espacios que allí confluyen contrastan en su carácter y confort ambiental, contrarrestando su monumentalidad.
En los dos tramos reurbanizados de la calle Comerç el pavimento es adoquín de granito, en plataforma única, extendiendo la materialidad de los entornos del Mercado, y redibujando el trazado de las calles antiguas con adoquín recuperado.
En el lado de la Calle Princesa se hace visible, además, la traza del Rec Comtal. Los dos tramos de calle fueron concebidos para tener un ambiente doméstico bajo una cubierta vegetal densa.
El arbolado se planta en línea en la franja de servicio, y de forma desordenada en el resto, según la sección asimétrica que presenta la calle.
Los alcorques y el mobiliario se agrupan de forma sistemática generando ámbitos de estar y zonas de descanso.
En el lado de la Estación de Francia se sitúa un gran recorte de sauló (albero) que contribuye al carácter doméstico general, además de aportar permeabilidad y confort al suelo. En ambos tramos concebimos áreas de juego no formal.
En el lado de la Estación de Francia, dos juegos tradicionales grafiados en el suelo, mediante adoquines de basalto negro.
En el lado de la calle Princesa, una deformación del plano del suelo, que se pliega para generar una topografía de piedra.
Un efecto sorpresa, una llamada al peatón a jugar, a divertirse, que estimula la imaginación y la apropiación por parte de niños y adultos.
Colaboradores: Zoí Casimiro, Ben Van Dessel, Barrington Lambert, Bruna Linhares, Maite Gabilondo.
Otros técnicos: Ingeniería: PCG. Mediciones y presupuestos: PCG. Consultoria arbolado: Josep Selga, Roser Vives.
Contratista: Acsa Sorigué