La remodelación parcial de un hotel-casino con una ubicación privilegiada frente al río Guadiana, en la ciudad de Badajoz, acomete el difícil reto de la convivencia de usos (hotel, restaurantes, nightclub y casino) y explora una atrevida reinvención del concepto del lujo.
Se recurre a un fundido en negro global para hacer emerger con gran potencia una serie de recursos basados en la luz artificial LED y sus posibilidades gráficas.
Es la noche y el ocio lo que este interior evoca, y con ellos una gran explosión de destellos de luz curvilíneos dibujados por todos los espacios.
Mediante estos recursos, un atrio de grandes dimensiones permite un extasiante juego de luz y reflejos en los que perder la noción del espacio, y quizás la del tiempo también.
El sistema de iluminación fue diseñado desde cero, y hecho a medida por los arquitectos, quienes diseñaron un perfil de aluminio muy flexible, con elementos que se podían doblar tridimensionalmente para adaptarse a todas las curvas del interior.
El 90% de los elementos pudieron ser prefabricados, y se instalaron en el sitio, lo que permitió una construcción extremadamente rápida en tan sólo 6 meses.
La actuación ha sido reconocida como finalista en la última edición de los prestigiosos premios FAD International Awards, uno de los premios de arquitectura más antiguos de Europa, desde 1958.
Colaboradores: Equipo de Proyecto: Ana Abellán Márquez, Juan Pedro Boluda Sánchez, Tatiana Sabrina Poggi, Cristina Jódar Pérez, Luis Muñoz García, Agustín Morazzoni, Diego Jesús García López, Manuel Béjar Cáneda.
Arquitecto técnico: Cayetano Valero Alcón (ARTIC 21).
Otros técnicos: Jano Ingeniería (Ingeniería). Fundación 33 (Diseño Gráfico). Gonzalo Ballester (Videos).
Contratista: Belcón Obras y Ferga