Una balsa andalucí del siglo XII y los restos de una intervención gótica posterior han sido recuperados para ampliar el rico espacio urbano del Centro Histórico de Onda. El espacio excavado, delimitado por unos potentes muros de tapia de mampostería, son los restos de una gran balsa andalusí del siglo XII, que aparecieron enterrados a casi 5 metros por debajo del el suelo.

Unos arranques de unos arcos de sillería y una escalera de factura gótica, indican que fue posteriormente reutilizada en época cristiana, como un edificio civil o religioso a partir de los siglos XIII y XIV.

Nuestro proyecto propone reconectar los dos niveles del espacio urbano: el espacio arqueológico inferior y la plaza flotante de madera.

A medio camino entre la ingeniería civil y la artesanía.

La estructura se construyó y montó en taller, para luego despiezarse, galvanizarse y montarse en obra.

Durante la obra la balsa se convirtió en una carpintería al aire libre, y la construcciín del suelo de madera, en una obra de artesanía. Una suave rampa conecta el espacio inferior.

Un pavimento de cerámica manual se extiende en el suelo de la antigua balsa, una interpretación del pavimento de arcilla compactada encontrado.

La balsa recupera la memoria del agua.

La plaza de madera continúa las calles del entorno y nos permite sobrevolar el espacio arqueológico.

Abajo, el juego de las sombras de los listones de madera proyectado sobre la cerámica, entrelaza texturas que se mueven con el sol.