La recuperación del castillo de Cornatel situado en uno de los parajes más bellos, pero también mas despoblados del Bierzo, ha sido el anhelo de las asociaciones culturales bercianas, y especialmente de la asociación de amigos del castillo de Cornatel, que durante años ha luchado para recuperar este edificio como hito y referencia de toda la comarca, no solo como atractivo turístico sino más bien como referente orgulloso de la historia de las gentes de este territorio.
La obra realizada es la última intervención de las programadas en Plan Director de la fortaleza, redactado en 1995.
La casa colgante, apenas percibida como una tapia desde el interior del castillo conservaba sus muros perimetrales descolgándose por la ladera del cerro en un precipicio de 170 metros de altura, con una compleja y rica espacialidad interior apenas perceptible por la maleza y los escombros, mostraba evidencias de una galería volada y mirador característico de las obras del Conde Lemos que alcanzaba su máxima expresión dramática por la singularidad del emplazamiento.
La intervención ha recuperado la cubierta y la galería volada así como parte de los espacios interiores incorporando una nueva estructura de madera adaptada a las evidencias que señalaba el envoltorio pétreo, el espacio resultante focalizado hacia las impresionantes vistas permite un uso flexible que el castillo demandaba para albergar los cursos y las muestras artísticas que a lo largo del año allí se realizan y que por razones climatológicas no siempre pueden realizarse en las zonas descubiertas.
Colaboradores: Ricardo Martín Lorenzo. Otros colaboradores: Rodrigo Canal Arribas, Ignacio González Tejedor, Iris Oliveros Rojo, María Cobos Averturo.
Arquitecto técnico: Valentin Cobo Solano.
Otros técnicos: Manuel Retuerce Velasco, Arqueólogo Lu.is Alejandro García García, Arqueólogo. Vidal Sánchez (Constructora Trycsa), Marco Antonio Garcés (Junta Castilla y León), Marco Antonio Menéndez (Junta de Catilla y León)
Contratista: Trycsa