Entender el edificio Zeleieta Zentroa como un organismo autónomo.

Convertir su medianera en una fachada más y así completar y resolver todo el perímetro del equipamiento existente. Recuperar el muro original del frontón-medianera- e incorporarlo como verdadero protagonista del proyecto.

Darle visibilidad y presentar los estratos de tiempo que reconocemos al ver los diferentes muros superpuestos, conservando así nuestro patrimonio, nuestra memoria. Una vez asumido la autonomía formal del centro cultural contiguo, entendemos que la nueva Musika Eskola funcionará como un elemento independiente, una pieza que respeta los criterios de ortogonalidad y abstracción del equipamiento pero que tiene la voluntad de ser un elemento singular y reconocible. Dejar libre la nueva fachada –medianera- y separarnos para crear un patio en planta baja y un vacío pasante en el resto de las plantas. La planta se cierra alrededor de un patio que funcionará como elemento drenante y aljibe en posibles inundaciones.

Se retrasa de la fachada longitudinal para conseguir un porche a lo largo de toda la planta y enfatizar el acceso. Las plantas superiores resuelven el programa formando un prisma regular de tres plantas, paralelo a la nueva fachada –medianera- y en voladizo. Plantas compactas que buscan el mayor aprovechamiento de la superficie disponible.

Caja compacta, útil y eficaz. Para conseguir una planta totalmente diáfana la estructura se resuelve en el perímetro convirtiendo a la fachada en un elemento portante.

La escalera se coloca fuera de este prisma con una envolvente de cristal para conseguir una mayor transparencia.

Escalera como experiencia arquitectónica donde el usuario al utilizarla podrá asomarse a las vistas del parque y entender la formación del patio y el carácter de edifico exento, abstracto y regular.