El Caño de Hierro es una formación rocosa sobre la cual se asienta Hornachuelos, un pueblo cordobés situado al borde de la sierra de Hornachuelos y asomado al río Bembézar como un gran balcón urbano.
Las cuevas del caño de Hierro se utilizaban antiguamente como refugio y como almacén agrícola.
Cuando estos usos decayeron, las cuevas estuvieron sepultadas bajo runa y maleza durante décadas.
En 2017, el Ayuntamiento de Hornachuelos decide intervenir en este lugar, y convoca un concurso para su adecuación. El ámbito de intervención, se caracteriza por una topografía pronunciada y una anchura limitada.
Ante tales características la propuesta surge del respeto al entorno y se sirve de él para el trazado.
Se plantean unos cortes en el terreno sencillos y claros, que resultan en muros de contención cuya altura se va reduciendo hasta fundirse con el suelo.
De los cortes, resulta el paseo peatonal. El proyecto trabaja desde la sobriedad material a través de la utilización de tres materiales: la propia formación geológica, el hormigón y el acero corten.
Esto, permite desdibujar la propuesta, que es rotundamente geométrica y al mismo tiempo se mimetiza con el entorno.
La intervención en Caño de Hierro se trata de un proyecto de recuperación ambiental, pero también social, ya que contó con la participación activa de los vecinos del pueblo, desde los herreros que trabajaron con esmero el acero, a los mayores del lugar, que vuelven hoy aquí para encontrase en sus paseos vespertinos, mientras observan el paisaje desde el paisaje.
Arquitecto técnico: Antonio Durán.
Otros técnicos: Carlos Ruiz Soria – Ingeniero Civil.
Contratista: Construcciones Miguel Rojano, SL