El proyecto desarrolla el programa de la escuela municipal de Medios Audiovisuales en la nave número 7, convirtiéndose en la piedra angular del proceso de apertura definitivo de todo el recinto de Can Batlló a la ciudad.
El acceso al edificio se ubica en la parte posterior del mismo, poniendo en valor el conjunto fabril y potenciando la actividad de las antiguas calles industriales.
La propuesta parte de la voluntad manifiesta de abordar toda la intervención en el patrimonio arquitectónico desde el respeto hacia los rasgos tipológicos originales y, al mismo tiempo, desde su condición reversible.
Por lo tanto, se decide ubicar, de un lado, el programa de menor dimensión y mayor repetición en la planta baja, ya que la estructura de pilares existentes, densa y modular, permite una mejor adaptación.
Del otro lado, se ubican los espacios de mayor dimensión en la planta primera, ya que sus estructuras de cerchas permiten disponer de espacios más diáfanos para la actividad requerida.
La propuesta ofrece en todo momento, una lectura clara y diferenciada entre la arquitectura industrial preexistente y la implantación de los nuevos usos.
Colaboradores: Jordi Gorgues, Alfons Güell, Aina de Montserrat, Gil Roca.
Arquitecto técnico: Enric Peña (AT3 Oller Peña).
Otros técnicos: Jordi Payola Lahoz, Estructuras. Loren Carreras, TDI Ingenieros.