El edificio se sitúa cerca de Collserola, donde la propuesta busca una escala de implantación adecuada al entorno, complementando la domesticidad del tejido residencial unifamiliar con la mayor dimensión de otras piezas.

Se plantea un edificio en L alineado en las calles y abierto hacia la buena orientación y las vistas, donde la mayoría de las viviendas (44, 2 de ellos adaptados) dan a sur.

La volumetría es compacta hacia la calle, con pasillos a norte.

Al otro lado, se descompone y se escalona hacia el interior del solar.

El acceso principal se sitúa a una cota intermedia desde donde se producirán la mayor parte de los accesos.

La adaptación a la topografía permite la creación de dos grandes espacios comunitarios, donde la gente mayor podrá llevar a cabo actividades al aire libre: dos terrazas: a planta primera, en relación directa con el jardín, ya planta tercera, con la lavandería, y vistas privilegiadas.

Las viviendas disponen de un espacio que los relaciona con el exterior, adentrado para obtener una mejor protección frente al viento y privacidad.

Complementariamente, las celosías cerámicas y las persianas orientables funcionan como moduladores de la temperatura.

Se relacionan con el corredor con un cierre translúcido que aporta iluminación en la cocina, y una tarjeta sobre la puerta permite crear ventilación cruzada.

Se propone una construcción de mínima huella ecológica, compacta y con sistema SATE, que se acerca al objetivo NZEB.

Las diferentes medidas pasivas permiten reducir el consumo total en un 75%, y calificación energética A.