La propuesta busca remarcar la propia topografía que caracteriza el lugar.
La morfología de las Huertas responde a la erosión creada por el curso fluvial de la Riera de Caldes.
La riera se encuentra unos veinte metros por debajo de la cota del núcleo urbano de manera que en su contacto con la población establece una sucesión de plataformas o franjas de cultivo utilizadas como huertos particulares.
El nuevo aparcamiento quiere insertarse en esta lógica de plataformas y convertirse en una terraza más.
Por eso se plantea una cubierta ajardinada que continúa, de una manera más urbana y didáctica, con unas plantaciones similares a las existentes.
Se ha querido establecer un mejor recorrido de conexión entre los nuevos espacios ajardinados y la plaza de la Iglesia estableciendo un itinerario que discurre paralelo al límite de las huertas.
Colaboradores: Static Ingeneriería (Estructura), JG Ingenieros (Instalaciones) Nuno Almeida (Paisaje)
Arquitecto técnico: Jordi Pagés.
Contratista: SORIGUÉ