La casa DOM, ubicada en la pedanía de Los Pedrones, es la mitad de una vivienda construida en los años 50. En contraste con la fachada principal, la parte trasera se configura como la “Pars rústica” con patios y estancias para los animales y la producción agraria.
A lo largo de los años la casa ha sufrido una serie de transformaciones, cristalizando una suerte de biografía construida de la familia. Debido al cambio que sufrió el campo a partir de los años 70, pasando de una agricultura de subsistencia a una agricultura extensiva, estos espacios fueron quedando desactualizados y en desuso.
Como tantas casas de la España vaciada, dejó de ser una vivienda de uso habitual y pasó a ser “la casa del pueblo”.
Las actuaciones persiguen reconectar al habitante con el paisaje cercano y con su paisanaje latente, seguir transformando esta vivienda, pero desde un enfoque sustractivo en lugar de aditivo.
Las ampliaciones exteriores más informales se sustituyen por una estructura ligera que contrasta con la pesadez del muro de mampostería.
Casi como un apeo de la fachada, tiene la profundidad necesaria para convertirse en una estancia que prolonga el estar hacia el exterior.
La ubicación y forma de los servicios definen el carácter de la planta.
Las diferentes intervenciones recuperan y reutilizan materiales presentes, buscan entrelazar diferentes capas de tiempo, poner en valor el conocimiento transmitido.
Pero, sobre todo, que se haga uso de la casa, que la familia Domingo venga más al pueblo.
Colaboradores: Carla Lucía Ruótolo, Arquitecta.
Otros técnicos: Consultores: Temcco. Sistemas y Estructuras.
Contratista: Reformas y Construcciones Navalón CB