El nuevo Teleclub es el lugar de reunión de este pueblo remoto de Soria.
En él sucede todo.
El edificio, ganador de un concurso de proyectos, mantiene y amplía las dinámicas sociales en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo bar, llamado teleclub por traer la primera televisión.
Un condensador social flexible que mediante los colchones térmicos se adapta al programa cambiante y al riguroso clima. Pocos habitantes en invierno, algunos más en verano.
Requieren un espacio que responda a las necesidades cotidianas pero que también sea capaz de juntar, puntualmente, a todos los habitantes que regresan en fines de semana, fiestas y vacaciones.
En respuesta, un edificio flexible que, en el día a día, es a la vez cafetería, lugar donde los mayores juegan a las cartas, panadería, punto wifi y hasta banco una vez por semana.
Y que puede amplificarse para celebrar eventos, exposiciones, teatros e incluso fiestas que, en una comunidad tan pequeña, lo convierten en una extensión de lo doméstico. El edificio tiene muy presente su contexto social, cultural, económico, constructivo y climático.
Se integra en este pueblo de casas bajas y cubiertas a dos aguas mediante la utilización de materiales, técnicas y conocimientos térmicos tradicionales actualizándolos a la arquitectura contemporánea.
Correderas, tabiques móviles y puertas permiten la prolongación de los espacios principales hacia los colchones térmicos que, además de favorecer el comportamiento térmico, generan un desahogo espacial que diluye el límite entre plaza, también parte del proyecto, y edificio, prolongando las actividades hacia el exterior.
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