Durante el mes de julio del año 2022, la XV BEAU inauguró su itinerancia internacional en Japón; en concreto en la sala de exposición de la Embajada de España en Tokio. Las veinte obras premiadas, pudieron verse hasta mediados de mes sobre los blancos lienzos de la sala. Al igual que en Barcelona, se optó por la singularidad de la muestra. Sobre el fondo blanco, se plegaron en relieve las fotografías de Jordi Bernadó. Un fuelle doble que mostraba el campo y contracampo de cada una de ellas, a una escala más reducida que las mostradas, frente al Pabellón de Alemania de Mies y Reich, un año antes.
Cada exposición tiene su narrativa y esta fue bajo la presencia de las restricciones impuestas por el gobierno japonés en el país. A las dificultades en el montaje – conforme a las instrucciones dadas desde Valladolid y Barcelona – se sumó un complejo viaje, con visados exprofeso, para poder participar en unas jornadas que se habían preparado para la inauguración. No en vano, Japón, es uno de los países que muestran un sentido parecido al nuestro en lo referente a la diferencia entre territorios vacíos y llenos; entre densidades asfixiantes – y los son mucho – frente a la placidez del bello paisaje de montañas, lagos y campos de arroz.
Todo preparado, convocados TeppeiFujiwara y Natalia Sanz, KeyjoKubayashi o YoshiharuTsukamoto, que junto a los comisarios iban a conversar sobre las lejanías, pero sobre todo de las proximidades, de ambos países. Una inesperada contradicción sanitaria pospondría los diálogos a un futuro aún sin fechar.