Situado en Balsa de Ves, un pueblo de 131 habitantes de la provincia de Albacete, este parque infantil es un producto de las singulares condiciones que rigen la existencia de los municipios menores en España.

Ocupa el solar de la antigua escuela unitaria de Balsa de Ves, demolida en 2019 tras dedicarse a otros usos desde su cierre en 1972.

En ese periodo, las aulas albergaron casi de todo, salvo niños.

Y, sin embargo, los niños constituyen todavía el foco de atención de la intervención: paradójicamente, el parque está dirigido a un sector de la población que no está presente en el censo municipal, pero que constituye veladamente su público prioritario.

Por ello, sus elementos se han diseñado de manera deliberadamente inexacta para servir a otras actividades y segmentos de la población.

La superficie de caucho amarillo se extiende hasta el perímetro del parque para camuflar y contradecir su asociación habitual con las zonas de juego infantil.

Los elementos de juego no dejan muy clara su función.

Y los columpios se confunden con la iluminación en una misma estructura de perfiles tubulares de acero galvanizado.

La intervención es en sí menor y, por lo tanto, está desajustada, es elástica y ambigua para adaptarse a múltiples versiones de lo que significa el futuro en este lugar.