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Cuatro inputs: el sol, una parcela rectangular con un chaflán, dos vecinos pegados y una torre de viviendas a norte.

Los propietarios buscaban privacidad, poco mantenimiento y una buena relación con el jardín (más bien un patio). La casa se estructura en capas concéntricas (como una cebolla) paralelas a los límites: la valla de obra, el patio perimetral y una galería corrida que rodea el cuerpo central (una caja de obra vista de bloque de hormigón de dos plantas). En el volumen central están las habitaciones, los baños y la escalera y es masivo y compacto.

Las zonas comunes, en la galería, una veranda construida con sistemas ligeros y en seco, que propone relaciones variables con el patio; en verano, abriendo los paramentos correderos se convierte en un porche; en invierno, los ventanales ofrecen vistas al jardín y captan radiación solar.

Contrariamente a lo habitual, en esta casa los cristales son fijos y los portones móviles son opacos, condición que transforma la fachada y la galería. Climáticamente, en invierno, la veranda abriga el cuerpo central; en verano, cuando las correderas están cerradas, las ventanas se protegen del sol con el vuelo de la cubierta, que siendo inclinada favorece un sistema de ventilación pasivo que evacúa el aire caliente mediante cuatro conductos, ocultos en las fachadas, a modo de chimeneas solares. Diez años después de la primera reunión, se completó la Casa 905.

El tiempo fue otra herramienta determinante en el proyecto.

La arquitectura, a veces, saca partido de (su) lentitud.

Finalista
Barcelona
2021
Carrer de Capellades, 18, 08700 Igualada, Barcelona, España
http://www.harquitectes.com
Miquel Gleyal y Gemma Roca
Privado
Ejecución material 270.000,00 €
Coste 1.753 €/m²
Superficie (m2) 154

Colaboradores: Jordi Mitjans.

Arquitecto técnico: Carles Bou.

Contratista: FERPIBASA S.L