Rehabilitación de fachadas mediante panel industrializado de cerámica y aglomerado de corcho. Es conocido, tanto en la España llena como en la vacía, el problema de la baja eficiencia energética en las envolventes del parque inmobiliario antiguo, el construido antes de las normativas térmicas.

El SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) es una de las soluciones más demandadas para solucionar este problema.

La mayoría de los SATE utilizados en la actualidad son de tipo continuo, es decir, su acabado final se realiza con morteros.

Sin embargo, recientemente se ha empezado a introducir el acabado discontinuo, con aplacado de plaquetas o baldosas, y se ha observado que este puede ofrecer muchas más ventajas que el anterior.

Sobre todo, en cuanto a su mayor vida útil y mejor envejecimiento de los acabados, con poco mantenimiento, a que mejoran las imperfecciones que suelen percibirse en los acabados continuos (fisuraciones, desconchados, suciedad), a las cualidades estéticas que ofrece y a que existen mayores posibilidades de innovación, con mayores variantes constructivas. Por otro lado, se empieza a distinguir otra tendencia favorable al uso de sistemas de construcción más prefabricados.

Estos ofrecen mayor fiabilidad y control de ejecución entre el aislante y el acabado porque esta unión se realiza en taller.

Además, los sistemas prefabricados ofrecen mayor velocidad de ejecución que los sistemas in situ, que son más lentos de ejecutar debido a las excesivas capas que deben realizarse en obra. Como resultado de las tendencias anteriormente descritas, se ha propiciado una nueva solución SATE autoportante e industrializada para la rehabilitación de las fachadas del parque inmobiliario español.

Este sistema, ya patentado en España y Europa, presenta un panel prefabricado con un acabado de baldosa cerámica de gran tamaño y pequeño espesor realizada por extrusión y con dos colas de milano en los extremos superior e inferior de su sección con las que fijar en seco un aislante térmico de aglomerado de corcho, material que facilita un buen fresado para los machihembrados, presenta una suficiente capacidad mecánica y resiste muy bien la humedad.