Un hotel de insectos es un refugio y lugar de hibernación artificial para insectos, creado con materiales naturales.
Consisten en una estructura dividida en estratos para diferentes tipologías de anidación.
Especies particularmente vulnerables como las abejas solitarias se pueden instalar con el fin de desarrollarse y reproducirse en un espacio tranquilo y protegido.
Se trata de una medida práctica y económica para ayudar a la conservación de los insectos en peligro de extinción por la práctica de la agricultura y la deforestación.
Muchas de estas especies juegan un papel destacado en el ecosistema por su función polinizadora o por ser depredadores de parásitos nocivos. Un hotel de insectos fomenta la biodiversidad de un espacio.
Así se puede mejorar la calidad general y la salud de éste, a la vez que reduce la necesidad de emplear pesticidas.
Las mariposas, las abejas, las libélulas y otras pequeñas criaturas son beneficiosas para las plantas.
La presencia de mariposas diurnas funciona como indicativo del bienestar del parque. Además, es una buena herramienta pedagógica ya que permite a niños y adultos observar de cerca el ciclo de vida de algunas criaturas que resultan difíciles de encontrar en el medio salvaje.
También facilita recoger información de especies poco conocidas con fines científicos.
Por lo tanto, resulta ideal como atracción para un parque urbano.